
La actriz es una nadadora experimentada por lo que lo sucedido bien puede servir de aviso a todos aquellos que piensan que no hay peligro en el mar. Un surfista que estaba cerca de la actriz le ayudó a volver a la orilla. Anne se lesionó en el pie durante su lucha por la vida. Su marido, ya en tierra firme, le vendó el pie y le curó la herida que tenía.
Al día siguiente la actriz optó por volver al mar a seguir disfrutando de sus vacaciones tranquilamente. Al menos puede contar esto como una mera anécdota y no como una tragedia. Sólo nos queda esperar que sea algo más precavida en lo que a nadar en alta mar se refiere. Seguro que Anne ha aprendido la lección perfectamente tras haber estado a punto de convertir en drama la comedia romántica de sus vacaciones.
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